Hace ya 17 años que un joven llamado Ismael revolucionaba la televisión en España ganando un concurso de desconocido formato llamado Gran hermano. La fórmula era sencilla: 10 personas que no se conocían debían convivir en una casa y nosotros como espectadores veíamos las 24 horas del día sus romances y discusiones. A aquellos concursantes que no nos gustaban los íbamos eliminando de la casa, y al final el último que quedaba, que era el mejor, se convertía en el ganador.
Para los embriólogos, el time-lapse, es nuestro Gran hermano particular para llevar a cabo los tratamientos de reproducción asistida (FIV-ICSI, ovodonación). Introducimos en una casa a varios embriones desconocidos y seguimos su desarrollo las 24 horas del día. Esta casa es el incubador Time-lapse y a través de una cámara que los graba, vemos en una pantalla la forma y evolución de los embriones.
Al igual que en el programa televisivo eliminamos a los concursantes según su comportamiento dentro de la casa, en el incubador Time-lapse también vamos desechando embriones en función de diversos factores. Las causas de eliminación en este Gran hermano embrionario para los tratamientos de reproducción asistida (FIV-ICSI, ovodonación) son las siguientes:
– Si el óvulo no fecunda, expulsado
– Si el embrión no tiene una cinética de división correcta, expulsado
– Si la morfología del embrión es mala, expulsado
Tras ir expulsando embriones, al final somos más generosos que el programa televisivo y tenemos más ganadores. Los 2 o 3 mejores embriones son los ganadores y su premio es la transferencia embrionaria, y el resto de embriones que no han sido eliminados, son vitrificados a la espera de una segunda oportunidad.
Al igual que el programa televisivo, el Time-lapse también ha supuesto una revolución para la embriología. El primero subió los niveles de audiencia, el segundo nos ha subido las tasas de éxito en los tratamiento de reproducción asistida (FIV-ICSI, ovodonación).
Daniel García
Embriólogo