La inseminación artificial consiste en introducir un catéter con esperma vía vaginal para depositarlo en el útero. Previamente, el esperma es tratado y capacitado en el laboratorio para seleccionar los mejores espermatozoides.
Es posible llevar a cabo la inseminación artificial bien con semen del marido/pareja, o bien con semen de donante.
Esta técnica es más simple que la Fecundación In Vitro. Por este motivo, ésta es normalmente la técnica utilizada para iniciar un tratamiento de reproducción asistida cuando la mujer no sufre obstrucción tubárica y el semen presenta buena calidad. También es el procedimiento indicado en mujeres solteras o parejas homosexuales que no presentan problemas de infertilidad.
Para realizar la inseminación, la paciente recibe una terapia hormonal que le permite maximizar sus posibilidades de embarazo. Esta terapia dura unos 8-12 días, iniciándose en los primeros días de la menstruación. A lo largo de la administración de la terapia, la paciente necesitará realizar una serie de ecografías para controlar el crecimiento de los folículos. Una vez que alcanzan la medida óptima, se realizará la inseminación.
PASOS EN UN TRATAMIENTO DE INSEMINACIÓN ARTIFICIAL