Los miomas uterinos (también llamados fibromas) son tumores benignos de la capa muscular del útero. Se encuentra en el 20% de las mujeres de raza caucásica, aumentando al 50% y 80% en la raza negra. Su diagnóstico es fundamentalmente mediante la ecografía
Los miomas en el útero pueden estar localizados en la pared externa o subserosos, en la pared del útero o intramurales, o asomando a la cavidad o submucosos.
En relación con los síntomas en la mayoría de los casos son asintomáticos, y, su diagnóstico es casual tras realizarse una ecografía en una revisión ginecológica. Pero cuando son de gran tamaño sobre todo a partir de 5 o 6 cm de diámetro, puede provocar dolor abdominal, por compresión de estructura cercanas al útero como pueden ser la vejiga, recto o intestino. Los miomas submucosos es decir los que se adentran en la cavidad del endometrio, son los que producen con más frecuencia menstruaciones abundantes y sangrados fuera del ciclo y frecuentemente anemia.
Las repercusiones de los miomas en la fertilidad dependen de su localización, así los que más dificultan la gestación tanto de forma natural como en Fecundación In Vitro, son los miomas que se colocan en la cavidad endometrial o submucosos, pudiendo interferir tanto en la implantación del embrión, como favorecer su desprendimiento causando abortos. Los que están en la capa externa o subserosos tiene poca repercusión. Y los intramurales solo los de gran tamaño pueden dificultar la implantación por afectar a los vasos sanguíneos que nutren al útero.
Se encuentran miomas en el embarazo de forma casual en 2% a 15% de las mujeres embarazada, suelen tener un crecimiento leve en los 3 primeros meses, pero si son pequeños no suelen generar complicación alguna.
A veces, los fibromas pueden crecer mucho pudiendo afectar al flujo sanguíneo del útero, causando fuertes dolores que a veces requieren hospitalización. Además, los miomas que afectan al cuello del útero pueden influir en la posición fetal e incluso a la no progresión de parto debido a que dificulta la dilatación del cuello aumentando la posibilidad de cesárea.
El tratamiento, si el mioma es pequeño y no causa síntomas, solo realizar seguimiento. En el caso de miomas submucosos en mujeres que quieran tener hijos o produzcan menstruaciones y sangrados abundantes el ideal es la resección mediante histeroscopia.
Si son miomas intramurales o subserosos mayor de 6 cm, se puede valorar tratamiento quirúrgico bien por laparoscopia, laparotomía, o bloqueando su crecimiento mediante la obstrucción de las arterias uterinos por donde les llega el flujo sanguíneo. Hoy día también se pueden destruir mediante punción guiada y radiofrecuencia.
En cuanto a los tratamiento médicos, los preparados que existen hoy en día tiene un efecto limitado, ya que pueden reducir moderadamente el tamaño, pero vuelven a crecer en cuanto se suprime su administración , por lo que solo se usan para aliviar los síntomas antes de realizar la intervención quirúrgica .
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Gregorio Manzanera Bueno