La adenomiosis es el crecimiento de tejido endometrial en el musculo uterino, a diferencia de la endometriosis en que se sitúa fuera del útero. Este tejido está sujeto también a los cambios del ciclo ovárico, haciendo que los focos de este tejido endometrial tiendan a aumentar y a padecer procesos inflamatorios. Naturalmente cuando el ovario deja de funcionar en la menopausia, todo este proceso queda inhibido.
Por lo general, la adenomiosis ocurre después de los 30 años, con una edad máxima de diagnóstico entre las edades de 40-50 años. También puede ocurrir en la adolescencia, pero es menos común.
En cuanto a los síntomas a veces es silenciosa, o sea, no causa síntomas. En otros puede causar: sangrado menstrual abundante con coágulos, dolor pélvico durante la menstruación, dolor durante el coito sangrado entre períodos.
El diagnóstico Inicialmente se sospecha por la sintomatología, siendo las dos armas de confirmación más eficaces, la Ecografía y la Resonancia Nuclear Magnética (RNM).
Según su extensión se pueden presentar dos tipos de adenomiosis, una focal, cuando se localiza en una determinada región del útero, y otra difusa, cuando aparece en toda la pared del útero haciendo que este sea más pesado, voluminoso e irregular.
La influencia de la adenomiosis en la fertilidad puede tener un efecto negativo. Se ha demostrado que disminuye las tasas de embarazo y aumenta las de aborto. También es más frecuente que se produzcan fallos de implantación.
Siendo motivo de preocupación clínica el encontrar estos focos de adenomiosis en fallos de Fecundación In vitro (FIV/ICSI), ya que su resolución es generalmente complicada. No existe hoy día recomendaciones concretas para las mujeres estériles con adenomiosis que necesitan recurrir a la fecundación asistida
El tratamiento en los casos de mujeres que no quieran hijos puede ir desde utilizar solo medicamentos como: antiinflamatorios, anovulatorios, análogos de GnRh para de inducir una menopausia, DIU de gestágenos, embolización de la arteria uterina, hasta la extirpación total del útero (histerectomía).
En los casos de mujeres que quieren tener hijos, los tratamientos irían dirigidos a reducir esos focos de endometrio que están dentro del musculo uterino, para lo cual optaríamos por:
1º.- Tratamiento médico, pudiendo suministrar: anovulatorios, gestágenos, y también análogos de la GnRh que produce menopausia momentánea para favorecer la reducción de los focos de adenomiosis. Pero cuando se suspende el tratamiento habrá un rebrote de la adenomiosis. Por lo cual habría que hacer la FIV/ICSI inmediatamente de haber finalizado la terapia.
2ºTratamiento quirúrgico: En la actualidad se circunscribe a la histeroscopia, que puede ser resolutiva cuando hay focos cerca del endometrio, y, además, se pueden realizar la ampliación de la cavidad uterina deformada en muchos casos por la misma adenomiosis. Naturalmente cuando es muy difusa esta terapia no sería valida.
Otras técnicas como cirugía más agresiva para extirpar los focos de adenomiosis, en la mayoría de las ocasiones aporta más problemas que beneficios. Y en cuanto a la embolización de las arterias uterinas, hoy día no hay experiencia en la consecución de un embarazo posterior.
CONCLUSIONES
Los focos de adenomiosis puede ser un problema, tanto en la implantación del embrión, como en el desarrollo de este.
No hay recomendaciones concretas para las mujeres estériles, con adenomiosis que necesitan recurrir una FIV/ICSI
Los tratamientos actuales se basan en soluciones con medicamentos e histeroscopia. Cirugías más arriesgadas no están claros sus beneficios y se puede empeorar el pronóstico reproductivo.
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Gregorio Manzanera
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