El cuidado de la alimentación para conseguir un buen desarrollo del feto empezara previamente al embarazo, ya que es importante tanto para la mejora de la fertilidad como el desarrollo embrionario.
Desde el punto de vista higiénico, las manos, superficie de cocina y utensilios deben estar siempre lavados y bien limpios. Las frutas verduras y hierbas aromáticas como perejil o albahaca siempre lavadas, recomendando la inmersión en productos aptos para la desinfección vegetal.
Los alimentos cocinados que se guarden tienen que ser siempre en frigorífico a 4 grados o menos, en recipientes cerrados, y tenerlos el menor tiempo posible.
El consumo de carnes magras puede ser de todas las variedades, pero tiene que estar completamente cocinados hasta alcanzar los 71º C, apreciándose cuando el centro del producto haya cambiado de color. Importante para evitar el contagio de gérmenes, siendo la toxoplasmosis y la listeriosis los más comunes.
El pescado cuando se come crudo puede llevar patógenos como el anisakis que a veces origina desde alteraciones digestivas hasta reacciones alérgicas severas. Para evitar este problema se aconseja siempre realizar una congelación previa durante 24 horas, o cocinarlo bien mediante cocción, horneado o fritura, ya que, al alcanzar una temperatura de 60 grados durante un minuto, estos patógenos son neutralizados, cosa que se descubre cuando su carne se hace opaca y se desprende fácilmente de la espina. En relación con la cantidad el consumo aconsejado es de 3 a 4 raciones a la semana sobre todo el pescado azul y blanco, evitando los que tiene alto contenido en mercurio como el atún rojo, tiburón etc.
Leche y derivados como yogur o queso es aconsejable consumir de 2 o 3 veces al día, siempre realizados con productos pasteurizados o esterilizados (UHT). No consumir lácteos elaborados con leche cruda, y en el caso de quesos, aunque sean curados mantenerlos en el frigorífico, y siempre quitar la corteza antes de su consumo.
La planificación diaria de una alimentación correcta se distribuiría de la siguiente manera: La mitad de origen vegetal con dos raciones al día. Una cuarta parte con alimentos ricos en proteínas como legumbres, huevos, pescado y carnes magras. Y la otra cuarta parte estaría compuesta por cereales mejor integrales, así como patatas y otros tubérculos.
Los frutos secos son fuente de grasas saludables, proteínas y minerales recomendando tomar un puñadito en las comidas o fuera de ellas. En lo que respecta a la fruta, al menos 3 piezas al día y mejor si son de temporada.
Buena hidratación, aconsejable 2 litros de agua al día y disminuir mucho en el consumo de sal y azúcar.
También señalaremos que hay manifestaciones digestivas en el embarazo que podemos subsanarlos con nuestra alimentación, así las náuseas y vómitos que aparecen en el primer trimestre, es recomendable hacer más comidas al día y de menor cantidad, además se suelen tolerar mejor los alimentos sólidos que los líquidos, y siempre con escaso contenido en grasas.
El estreñimiento se puede corregir aumentado los alimentos ricos en fibra (legumbres, frutas, verduras frutos secos etc.) con una buena hidratación y no hacer vida sedentaria.
También durante el embarazo hay tendencia a tener acidez o reflujo, por lo que es importante no acostarse por lo menos hasta haber transcurrido una hora , evitando también alimentos ricos en grasa , picantes , bebidas con gas y cafeína .
Gregorio Manzanera
IMAGEN: https://www.bebesymas.com/nutricion-embarazo/24-alimentos-recomendados-durante-embarazo-nutricionistas-ginecologos