Continuamos el “viaje” por los diferentes procesos que realizamos en el Laboratorio de Reproducción del centro cuando hacemos un tratamiento de reproducción asistida (FIV/ICSI).
Una vez llegados a este punto, tenemos en el incubador los óvulos fecundados (cigotos).
Un incubador es la “casa” de los embriones durante el tiempo que permanecen en el laboratorio. Es la forma artificial que tenemos para conseguir unas condiciones óptimas que permiten el desarrollo de los embriones fuera del cuerpo materno. Por ejemplo, controlando la temperatura, la humedad y la concentración de gases.
El reloj de este viaje ha iniciado su puesta en marcha en el momento que juntamos los óvulos con los espermatozoides (capítulos 3 y 4 de la miniserie). Tras esa “hora cero”, el primer acontecimiento relevante tiene lugar trascurridas las primeras 16-22h. Como vimos en el capítulo 5, en ese punto hacemos una primera valoración para diferenciar aquellos óvulos que han sido fecundados de los que no.
Tras esta primera criba, necesitamos que pasen más horas para poder valorar el progreso de los embriones. Éstos deben continuar con su desarrollo y, para “crecer”, deben empezar a dividirse. Esto es, pasarán de ser una única célula a tener dos, una vez completada la primera división. A su vez, cada una de esas dos células se dividirán de nuevo, dando como resultado un total de cuatro células y así sucesivamente. Es decir, el número de células irá aumentando de forma exponencial.
Pero no todo vale. El embrión debe respetar unos tiempos y llevar un ritmo de divisiones “gradual”. Un buen embrión debe tener entre 4 y 6 células a las 44-48 horas del desarrollo (lo que nosotros consideramos como día 2) y entre 8 y 10 células a las 68 horas (tercer día).
Este ritmo de divisiones en el tiempo (la “cinética” del embrión) así como sus características morfológicas (si sus células son simétricas, si tiene algún fragmento o “trocito” fuera de las células…) es lo que nos permitirá clasificar los embriones.
De esta forma agruparemos los embriones en cuatro grupos. Aquellos de tipo “A” o “B”, son embriones de buena calidad, los de clase “C” serán embriones de calidad media, y los “D”, serán embriones de mala calidad. Estos últimos, los descartaremos y no los consideraremos más.
El Centro Médico Manzanera tiene más de 40 años de experiencia en el campo de la reproducción asistida y en los tratamientos de fertilidad, por lo que estamos a tu disposición para cualquier duda que os pueda surgir. Ponte en contacto con nosotros enviándonos un email a info@centromedicomanzanera.com o rellenando el siguiente formulario https://centromedicomanzanera.com/formulario_es/
Feliz día,
María Pombar Gómez
Embrióloga
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