Hay muchos mitos en la alimentación de la embarazada y uno de ellos es la prohibición total al consumo de embutidos, intentaremos dar unos consejos prácticos, porque tampoco tiene que haber una restricción total y originar en ocasiones un miedo innecesario al consumo de estos y en consecuencia no tener que renunciar a estos alimentos.
Es sabido que el riesgo de comer carne no cocinada puede llevar a la contaminación por gérmenes como la listeria y el toxoplasma, y que su contagio durante el embarazo puede provocar aborto y alteraciones fetales.
Pero por otra parte hay que señalar que hoy día la posibilidad de adquirir el contagio podríamos decir excepcional en la listeriosis y muy bajo en la toxoplasmosis, siendo esta ultima la más estudiada en los análisis realizados habitualmente durante el embarazo, y que hoy día debido a su frecuencia tan escasa hay controversia entre las sociedades médicas de si debería seguir estudiando de forma habitual o no en la embarazada.
También hay que señalar que si una mujer se ha realizado analítica para detectar anticuerpos de Toxoplasmosis y han dado positivos. Se puede considerar inmunizada y no ser receptiva a sufrir este contagio.
De todos modos, daremos unas recomendaciones para poder consumir los embutidos con seguridad, analizando cada una de las ofertas que aparecen en el mercado
Embutidos cocidos como el jamón york, pavo o mortadela, son aptos para el consumo sin riesgo de contagio. Al ser carnes procesadas ya se evita que tenga gérmenes y único importante es que sean de buena calidad.
Jamón serrano: se puede consumir en crudo si ha tenido una curación larga de por lo menos dos años. En el caso contrario congelar durante 24 horas y luego puede consumirse sin problemas. También y como siempre se podrá consumir frito o cocido en el momento sin necesidad de congelarse.
Tira de Lomo: No consumir en crudo. Siempre hay que congelarla, no perdiendo ni textura ni sabor cuando se consume después de la descongelación
Salchichón y chorizo No consumir en crudo. Para consumirla hay que congelarlo. En el consumo después de la descongelación pierde algo de textura, pero el saber se mantiene adecuadamente. Las Salchichas y la sobrasada siempre cocinada
Como resumen final podemos decir que los embutidos crudos con una curación de más de 2 años son aptos para el consumo directo por la embarazada, en caso contrario tendrán que ser sometidos a una congelación mínima de 24 horas, o consumirlos cocinados .
Dr. Gregorio Manzanera
IMAGEN: ¿Es seguro consumir embutidos durante el embarazo? Descubre las recomendaciones alimenticias para mamás – Dulce Embarazo